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El Comité Nacional pro Defensa de la Fauna y Flora – CODEFF respalda plenamente este histórico pronunciamiento que elimina una de las grandes causas de destrucción de bosque esclerófilo y ecosistemas nativos en Chile.

El 16 de marzo la Contraloría General de la República, en un contundente pronunciamiento, deja en claro que las autorizaciones que realiza CONAF para sustituir bosque nativo esclerófilo por plantaciones de frutales, como paltas y viñas, son total y absolutamente ilegales.

La Contraloría ha dejado en claro que las intervenciones en bosque nativo están reguladas por la Ley de 20.283 sobre Bosque Nativo, cuerpo legal que en ninguna parte establece un procedimiento para destruir bosque nativo y reemplazarlo por paltos o viñas.

Esta ley no contempla la eliminación de bosque para agricultura, fruticultura, ni ganadería, y sólo autoriza la corta de árboles nativos con la obligación de reponer los árboles cortados sin poner en riesgo la biodiversidad ni las funciones ambientales del bosque. Lo que obviamente no sucede cuando se elimina un ecosistema forestal natural y sus funciones ambientales, para plantar un monocultivo de frutales que conlleva el uso permanente de pesticidas y fertilizantes, fragilizando aún más el suelo contaminándolo y agravando la situación del agua por el estrés hídrico y los efectos de la sequía.

La sustitución de bosques para la agricultura fue uno de los grandes escollos que la trancó por largo tiempo el trámite de la Ley de Bosque Nativo. Ello debido principalmente a la insistencia de los grupos corporativos de fruticultores y empresarios agrícolas, quienes apoyados por parlamentarios que formaban parte de la Comisión de Agricultura de la Cámara, pretendían continuar con esta nefasta práctica. Para destrabar la ley, finalmente en el Parlamento se acuerda que la Ley de Bosque Nativo no aborde este tema, en el entendido que la sustitución pueda ser regida por el Decreto de Ley 701, que permite “la recuperación de terrenos agrícolas”. Sin embargo, este “entendido acuerdo” no quedó en la letra de la Ley, por lo tanto nunca fue Ley. Todos estos años la CONAF actuó en función de un acuerdo de pasillo que jamás fue Ley, y es lo que la Contraloría ha corregido de una vez por todas.

Pero el tema de fondo no es solo legal, es por sobre todo un tema ético.

¿Por qué los fruticultores se empeñan en seguir destruyendo la naturaleza y los bosques, cuando existen miles de hectáreas disponibles?

La expansión de las plantaciones de frutales se hace en suelos con altas pendientes en un medio semi árido y expuesto a largas sequias, es decir, destruyendo ecosistemas de alta fragilidad y no sobre terrenos aptos para la agricultura. Hay que señalar que la ley de bosque considera como tal los lugares donde los árboles nativos cubren a lo menos el 10 % del suelo, y, por otro lado, la fruticultura tiene un amplio territorio donde seguir expandiendo el cultivo de paltos y viñas sin destruir estos valiosos ecosistemas en regiones en donde el bosque autóctono es realmente escaso.

Por lo tanto, es mentira que la ley de bosque nativo impida la expansión de la fruticultura como afirma la SNA.

Creemos que este conflicto refleja claramente la ambición de sectores que no toman el peso del impacto en suelos y ecosistemas frágiles que deben protegerse por su alta vulnerabilidad, y que incluso omiten la grave y actual crisis del agua y emergencia climática que enfrenta el país, y que pone principalmente en gran riesgo al bosque esclerófilo.

Actualmente la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), ha recurrido a la Corte Suprema para revertir este pronunciamiento histórico de la Contraloría, ante lo cual CODEFF hace un llamado a la ciudadanía y a las organizaciones ambientales a rechazar esta acción y respaldarlo, ya que contribuye indudablemente a la protección de bosques nativos y termina con la sustitución por fruticultura u otros cultivos.

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